Debido al crecimiento que la economía digital está teniendo en España, se ha publicado una ley que regula el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD).
Esta norma tiene como finalidad gravar determinados beneficios generados por la digitalización de la economía, cuando exista una relación estrecha entre el valor creado por los usuarios en línea. En particular, el Impuesto grava aquellos servicios en los cuales existe una participación de los usuarios que constituye una contribución al proceso de creación de valor de la empresa que presta los servicios, y a través de los cuales la empresa monetiza esas contribuciones de los usuarios.
En este sentido, el IDSD grava los servicios digitales contemplados en la Ley 4/2020; la inclusión, en una interfaz digital, de publicidad dirigida a los usuarios de dicha interfaz (“publicidad en línea”); la puesta a disposición de interfaces digitales para localizar y interactuar con usuarios, o incluso facilitar entregas de bienes o prestaciones de servicios subyacentes entre esos usuarios (“servicios de intermediación en línea”); y la transmisión, incluidas la venta o cesión, de los datos recopilados de los usuarios que hayan sido generados por actividades desarrolladas por estos últimos en las interfaces digitales (“servicios de transmisión de datos”).
En este documento resolvemos una a una las dudas más comunes a tener en cuenta respecto a este impuesto.
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