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Fiscalidad europea: los impuestos pendientes de armonización

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diciembre 16, 2019

Uno de los factores fundamentales para profundizar en la integración europea a futuro es la armonización de impuestos. Por ejemplo, para asegurar que la unión aduanera funcionase correctamente, ya a finales de los años 60, los Estados que formaban parte de la entonces conocida como Comunidad Económica Europea, acordaron sustituir los impuestos que cada uno tenía sobre los productos que comercializaban por el Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA). Quedando clara la importancia de este proceso, en este artículo hablamos de cuáles son los impuestos pendientes de armonización y de cuáles son las normas de la fiscalidad europea al respecto.

Actualmente, el Tratado de la Unión Europea contempla la armonización de los impuestos indirectos siempre que sea necesaria para garantizar el establecimiento y el funcionamiento del mercado interior. Sin embargo, en lo que a la imposición directa se refiere, los avances han sido más lentos debido, en su mayoría, a dos factores: las reservas de los Estados miembros a perder su soberanía fiscal y a la ausencia de un mandato legal concreto y creado para regular este aspecto de la fiscalidad comunitaria. 

La armonización fiscal está sujeta a la unanimidad (todos sus miembros tienen que votar a favor de la medida concreta que plantee un cambio impositivo a nivel europeo), ya se trate de impuestos directos o indirectos, lo que ha dificultado en ocasiones el efectuar la unificación fiscal.

Impuestos pendientes de armonización y qué mejorar

Hay ciertos aspectos que están pendientes de mejorar de cara a avanzar con la armonización fiscal europea. Estos son algunos ejemplos:

  • Introducir un elemento ambiental en la imposición sobre productos y/o servicios energéticos: a principios de los años 90 la creación del mercado único propició la armonización de los impuestos especiales: el tabaco, el alcohol y los hidrocarburos. Con respecto a este último se ha ido promoviendo el uso de la fiscalidad como herramienta de la política ambiental según se ha ido generando una mayor conciencia sobre el impacto que la energía tiene en el medioambiente.
    Por ello, el objetivo de la armonización de los impuestos sobre el sector energético es, por un lado, el de impulsar un uso más eficiente de la energía y fomentar el consumo de productos más benévolos con el medioambiente.
  • El Impuesto de Sociedades: la Comisión Europea trabaja en una propuesta para establecer una base imponible común sobre este tributo. Dicha propuesta conllevaría lo siguiente:
    • Los Estados miembros podrán fijar libremente sus tipos impositivos, ya que la armonización se aplicaría únicamente sobre la base. 
    • Las compañías que actúan en varios Estados calcularán una base imponible única con respecto a los Impuestos de Sociedades de los países de la Unión Europea.
    • La cuota que se deberá pagar a cada Estado se calculará aplicando el tipo impositivo de cada uno a la base imponible que le corresponda.
    • La base común funcionará gracias a un sistema de ventanilla única en el que las sociedades o empresas tendrán que presentar una sola declaración del impuesto únicamente en un Estado (aquel en el que se encuentre la sede central de la compañía). 
    • La base común se repartirá entre los países teniendo en cuenta, y atribuyendo la misma importancia, a los siguientes aspectos: el valor de los activos fijos de cada Estado, las ventas y los trabajadores.
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